A Candy colored clown

In Dreams - Roy OrbisonAcuff Rose and Opryland Music (BMI)Copyright 1963 Monument Record Corp. A candy colored clown they call the sandman/Tiptoes to my room everynight/Just to sprinkle stardust and to whisper/Go to sleep, everything is alright/I close my eyes then I drift away/Into the magic night I softly say/A silent prayer like dreamers do/Then I fall asleep to dream/My dreams of you/ In dreams I walk with you/In dreams I talk with you/In dreams you're mine/All of the time with you/Ever in dreams, in dreams/ But just before the dawn/I awake and find you're gone/I can't help it, I can't help it if I cry/I remember that you said goodbye/It's too bad that all these things/Can only happen in my dreams/Only in dreams/In beautiful dreams.

lunes, 25 de febrero de 2008

Habrá sangre II



Plainview viene a ser un empresario cuyo carácter lo mantiene ocupado personamente de su negocio, la extracción de petróleo. No lo amedrenta ni el poder que detentan sus competidores ni el de la Iglesia de la tercera revelación -suerte de Newborn Christians-, guiada por Eli Sunday. ¿Por qué habrían de detenerlo? Él ha luchado por ganarse la vida y en el camino se ha valido de sólo él sabe qué medios. Ya el espectador lo irá develando conforme se desarrollen los (sus) conflictos.


Cabe señalar que los asistentes a la función de estreno (en el FICCO) reían, como dirían por ahí, "desternilladamente", cuando más bien, el planteamiento de la cinta -en mi opinión- marca la pauta en el sentido de el que ríe al último ríe mejor. Pues ahora sí que cada quien. Con todo y que Day-Lewis comentó en entrevista que al haber leído el guión encontró que la historia era una comedia, una cosa es la literalidad y otra, muy diferente, la construcción del personaje. Y justamente este punto me pone a pensar si ahí (sub)yacen elementos que nos conducen, no al meollo del asunto, sino a una mejor apreciación del estilo narrativo de Anderson.


Dado que el guión es un script -y así se le conoce en el medio- de carácter técnico que permite al realizador y al equipo de producción, incluidos los actores, visualizar el filme; el intérprete no lee un cuento o novela. En el papel -literalmente- el producto final todavía no está terminado, ni posee un valor literario per se. Así que dudo que mis compañeros de la sala oscura hayan localizado el subtexto de la obra, saltándose del celuloide a la tensión dramática, en un sólo paso.