A Candy colored clown

In Dreams - Roy OrbisonAcuff Rose and Opryland Music (BMI)Copyright 1963 Monument Record Corp. A candy colored clown they call the sandman/Tiptoes to my room everynight/Just to sprinkle stardust and to whisper/Go to sleep, everything is alright/I close my eyes then I drift away/Into the magic night I softly say/A silent prayer like dreamers do/Then I fall asleep to dream/My dreams of you/ In dreams I walk with you/In dreams I talk with you/In dreams you're mine/All of the time with you/Ever in dreams, in dreams/ But just before the dawn/I awake and find you're gone/I can't help it, I can't help it if I cry/I remember that you said goodbye/It's too bad that all these things/Can only happen in my dreams/Only in dreams/In beautiful dreams.

sábado, 15 de diciembre de 2007

La oscuridad, una vez más


¿Por qué filmar otra película de vampiros? Cuando ya, desde hace mucho tiempo, no creemos que el poder de la cruz, las hostías o el agua bendita puedan detenerlos. Asimismo, Blade ya nos demostró que, aunque con sus armas de alto poder es posible exterminarlos, el poder económico y político detrás de ellos los convierte en una plaga que se reproduce una y otra vez tan sólo para causar muerte y destrucción; y, finalmente, cagarla -as humans do-. De modo que 30 días de noche (30 Days of Night, 2007) viene a inyectar, sin duda, nuevos bríos al subgénero vampírico del cine de horror y sobra decir que lo consigue enhorabuena.


Antes que nada un paréntesis: odio a l@s tennagers, y no tan teens, que van a ver películas de terror y se la pasan cuchicheando, riéndose y demás, la mayoría de las veces, de sus propias pendejadas. Me mantienen al borde de fastidiarme la función. Sin embargo, para mi "buena suerte" y la mala, de quién sabe quién, no sucede así. Eso sí, siempre y cuando la historia contada sea buena; porque si hablamos de Hasta el viento.... en su remake, pues ya no pienso igual. En fin, la experiencia pudo ser mejor, pero nada es perfecto, ¿verdad?


Basada en la novela gráfica de Steve Niles, quien además participó en el guión, y dirigida por el inglés David Niles -quien me quedó a deber un poco (muy leve, de hecho) de tensión dramática con su ópera prima Niña mala (Hard Candy, 2005), pero con esta última me pagó con creces-, 3o días de noche nos devuelve a la noción de que somos sumamente vulnerables. De entrada, resulta de antología todo el epílogo, con vívidas imágenes del crepúsculo en la tundra, de cuando un pueblo del Polo Norte-que da lo mismo esté retirado de la "civilización" a 430 km o más, cuando te dicen que es Alaska, ya es en la quinta chingada- se prepara para el cruento "invierno" (irónico, ¿no?) de un mes sin luz del sol. Por lo que queda explícito que la misma naturaleza los (nos) amenaza. Luego, con el hecho de que si algún detalle -intervención humana o no- irrumpiera en tan cruentas condiciones y lo planeado saliera mal, surge la incógnita, ¿sobreviviremos?


El filme recuerda a la británica El decenso (The Descent, 2005), de Neil Marshall; así como a la hollywoodense La cueva (The Cave, 2005), de Bruce Hunt. Puesto que en ambas los vampiros son fuerzas de la oscuridad, depredadores que están constantemente al acecho. Excepto que en la visión de Niles, tales criaturas son más "humanas" que hasta se visten, tienen su propio idioma y filosofan -o al menos su jefe-, lo cual las vuelve aún más peligrosas.


Así, pese a lo trillado del asunto, los personajes sacan lo mejor -y lo peor- de sí mismos en una situación crítica, como ocurre en los buenos thrillers. Esto es posible gracias a las sobresalientes actuaciones de Josh Harnett, el inquebrantable sheriff; Melissa George, su bella aunque nada frágil ex esposa; y Danny Huston, como Marlowe, líder de los vampiros. Además de la excelente ambientación y desarrollo cinemático logrados por el realizador y sus colaboradores.






miércoles, 12 de diciembre de 2007

The horror! The horror!


En realidad iba con la intención de ver otra peli, pero el horario no coincidía con mi ansiedad; así que acabé viendo El títere (Dead Silence, 2007), la cual ya había pensado comprar en pirata (perdón, quise decir 'clon'). Aunque después de todo, como dicen por ahí, "el cine -afortunadamente- se debe ver en el cine". La cosa es que, al fin y al cabo, valió la pena. Y sí, tienen razón los que dicen que la trama, por momentos, se vuelve predecible; pero creo que es lo que, de entrada, quisiera puntualizar.


Díficilmente surgen las buenas historias en un género como el cine de horror. El exorcista, de Friedkin; El resplandor, de Kubrick; y Carrie (1976), de De Palma -por mencionar sólo unos clásicos-, son excepciones a la regla, porque, aunque las tres son setenteras, su exitoso resultado, además de la mano de sus magníficos directores, se debe en gran medida a su procedencia de buenas fuentes literarias -no muy respetadas al trasladarse al celuloide, pero sí basatante sólidas en sí mismas-. Sin embargo, ése no es el caso de El títere (título por demás forzado). Puesto que, al parecer, hoy en día, "todo" está en el cómo nos cuenten la historia, de qué manera; pues, las tramas, referencias, convenciones, fuentes, etc., se están desgastando. De hecho llevan mucho tiempo así: refriteándose.
A raíz del misterioso -y brutal- asesinato de su esposa, perpetrato la noche en la que recibe un misterioso paquete con un muñeco de ventríloco o dummy, y alentado por una -horrorosa- leyenda infantil, un joven viaja -con un policia a cuestas, quien lo tiene por el principal sospechoso del homicidio- a su fantasmagórico pueblo natal, Ravens Fair, donde la verdad y la tragedia -acaecidas en un pasado remoto- serán develadas, sin concesiones. He ahí el cliché tan (des)gastado. No obstante, como aconseja el respetable Jean-Claude Carrieré, cuando se escribe una historia para la pantalla grande, no hay que dejarlos (clichés) de lado, al menos a la primera.

La neta, la cinta sí me sacó dos tres p... (jejeje). Empezando por el muñeco Billy, que sí se ve muy cabrón. Mientras que los efectos especiales, sin caer en excesos, hacen lo suyo. Por eso y muchas cosas más, la mancuerna de James Wan y Leigh Wannel, artífices de la franquicia de Saw -en mi opinión una de las más rescatables, nada que ver con las ochenteras de Halloween, Viernes 13 o Pesadilla en la calle del Infierno (me refiero a sus secuelas)-, sale bien librada.

Tal vez Dead Silence no se convierta en un film que renueve el género -de hecho se parece un chingo a En la obscuridad de la noche (Darkness Falls, 2003), de Jonathan Liebesman-, pero sí podría llegar a alcanzar el status de cinta de culto (sea lo que eso signifique, pues el término está más que manoseado). Esta última logra sorprender, lo que quiere decir asustar, pese a lo elemental de sus situaciones y lugares comunes, salvo que, fuera de verla la primera vez en cine, se me ha hecho dominguera. Asimismo, Darkness... plantea una situación en la que, luego de su linchamiento, el espectro de la llamada Tooth Fairy regresa del más allá para cobrar venganza (cliché altamente efectivo por su pathétique -de pathos-). Mientras que, pese a su similitud, en Dead... dicho recurso narrativo -y dramático- es llevado a un nivel más primitivo o primigenio, por así decirlo.

Como bien lo señaló Stephen King en Danza Macabra. Y los que hemos leído Drácula estamos de acuerdo con que la idea esbozada por Stoker fue, a grandes y predominantes rasgos, que el famoso conde, que más bien era príncipe: era también el principe de las tinieblas. En sí, lo que desglosa King es el hecho de que Drácula no necesita ejecutar una venganza para elegir una metrópoli, como Londres, para erigir su nueva residencia y, con ésta, su reign of terror.
Luego entonces, a modo de parábola, alegoría, analogía u lo que sea, podríamos preguntarnos si el ser humano es perverso por naturaleza, es decir, ¿necesita motivos para hacer sus chingaderas? O bien, ¿para eso existe la figura del Diablo? -ver Dominion: Prequel to the Exorcist (Schrader, 2005)-. Será que lo que hacemos en esta vida nos sobrepasa y, si fuimos malos, querríamos continuar, aun después de muertos, nuestra labor in any shape or disguise available?

sábado, 10 de noviembre de 2007

Otro 'remake'


Es notable la manía que tienen los distribuidores -al menos en México y España, que no se queda atrás- por ponerles nombres (chaqueteros) a las películas extranjeras. Si bien sí hay una Exorcist: The Beginning así como una The Texas Chaisaw Massacre: The Beginning, las cuales fueron éxhibidas con respectivos sus títulos traducidos literalmente: ....el comienzo; mención aparte merece Halloween: el inicio. Mientras que las dos primeras son precuelas, esta última: no, pero los de Videocine -que al menos recuerdo distribuyeron la de El Exorcista... y, también Batman Begins (Batman inicia)- deben haber considerado "pertinente" el señalar que íbamos a conocer a un Michael Myers niño, es decir, como la precuela -no oficial-. Siendo que el título original es simplemente Halloween, y se trata del refrito/homenaje al clásico de Jonh Carpenter, filmado en 1978.



Luego del largo choro, quiero decir que comparto la opinión de quien escribió en Variety que Rob Zombie había hecho suyo el clásico slasher-film, lo cual es bastante acertado. El también músico se ha destacado como un realizador que no deja de hacer referencias a las películas de serie B de los gloriosos setentas y ochentas, como en su díptico integrado por La casa de los mil cuerpos y Violencia diabólica; además del falso avance Werewolf Women of the S.S. -aún sin proyectarse en México -que forma parte del proyecto Grindhouse, de la mancuerna Rodíguez/Tarantino. Asimismo, Zombie se ha venido desprendiendo un tanto de su inicial (aquí sí aplica) estilo videoclipero de su ópera prima. En suma, sin los cameos y la estética a la que rinde homenaje, sus cintas serían otra cosa.


Es así como, a pesar de que no es el inicio, el director ha dotado a Halloween de un prólogo más extenso y, distinto, del que plantearon Carpenter y su co-gionista y productora Debra Hill. Michael el niño, nada dulce como el setentero, vive en dicha década y no antes. Su psicología de asesino por naturaleza brota -como es el típico caso clínico- tras torturar y matar animales, hasta que explota contra un compañero de escuela (un bully cualquiera) y, más adelante -como anticipamos-, ejecuta a su sister (indiferente y cogelona), y -aportación del cineasta- a su padrastro jodón. Además, el Dóctor Loomis, interpretado por Malcom Mc Dowell (aka Alexander De Large en Naranja mecánica), aparece ante nosotros desde los años escolares del "engendro infernal", cuya madre, encarnada por Sheri Moon Zombie -esposa y actriz fetiche-, quien es la única persona que muestra algún afecto por el púber, se quita la vida, dejando desamparada a su bebé -pieza clave para el desarrollo de Michael como personaje-.



El resto es una reconstrucción más o menos similar de los hechos que Carpenter filmó así como de los que no incluyó -por falta de presupuesto, interés, etc.-; y, sin embargo, Zombie ha logrado darle más vida al inanimado apuñalador de baby sitters, sus novios precoces (ya se imaginarán porque el adjetivo) y de quien se le ponga enfrente, durante los años noventa. Asimismo, hay una conjunción de las dos primeras versiones de Halloween, y claro el último cuarto del filme se torna aún más predecible; pero está pasable. No podían faltar los cameos de las estrellas serie B -y buenas actrices- de clásicos como The Hills Have Eyes o Aullido 2, así como de la cuadra artística de Rob -y la actuación especial del ya ícono chicano Danny Trejo. En fin, apenas me enteré que también se está proyectando en IMAX, aunque no veo que gran diferencia pueda aportarle dicho fromato a los frenéticos cortes de edición o a la fotografía a grano reventado -quizá adulterado en posproducción-. Lo que sí es que, con todo respeto para el fallecido productor de la saga -y su hijo, mismo caso-, deseo que ya entierren a Myers. Los tiempos cambian y los arquetipos igual.


Nota: chingón el homenaje -por partida doble- al incluir la rola "Don't Fear The Reaper", una de las favoritas de Carpenter, mías y, supongo que, de Zombie.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Alice Cooper - Welcome to my Nightmare




Ya pasó la semana de Halloween, pero como no tuve Internet, pues aquí va. Mi homenaje a quien antes de Marilyn Manson -que me cae muy bien- comenzara con su rollo satánico. Alice Cooper, cuyo nombre artístico se dice fue tomado del de una famosa bruja de allá del gabacho, incursionaba -como solista- a mediados de los setentas en la escena del Rock. Sus temas oscuros y sus magníficos videos hablan por sí mismos; aunque como plus en éste hay un cameo del magnífico Vincent Price, en el rol de "The Spirit of the Nightmare".

domingo, 28 de octubre de 2007

¿Dónde quedó el miedo?


Cuando se hace un refrito de un clásico del cine, es inevitable comparar las dos -o más- versiones entre sí. Sin embargo, creo que lo mejor es no esperar mejoría alguna. En tanto que me pregunto si las distintas adaptaciones cinematográficas de Drácula son remakes la una de la otra y sucesivamente. Definitivemente, NO. Éstas se desprenden de una fuente literaria, y no podríamos decir, exactamente, dónde está el fúsil, ¿o sí?. Y, de ser así, pueden surgir notables homenajes, como el de la versión de Coppola -la mejor- al Nosferatu de Murnau y al estilo gótico de las producciones de la Hammer, entre otros detalles.


Fui a ver Hasta el viento tiene miedo bajo mi propio riesgo, ya que leí opiniones encontradas; aunque eran de publicaciones sumamente comerciales, como lo es el filme en cuestión. A fin de cuentas hay que ver qué chingados habían hecho, ¿no? Gustavo Moheno, director de la cinta, alegó un rollo de distanciamiento con respecto a la realización de Carlos Enrique Taboada: que si iba a explotar el subtexto que halló en el guión y bla, bla... El caso es que como acertadamente se ha dicho, el fantasma no logra asustar a nadie -salvo en breves lapsos, que prometen más de lo que finalmente entregan-. Además, el famoso subplot de cuestiones menstruales (literalmente), que tienen que ver con el crecimiento y "la vida", pues yo no acabo de asimilarlo. Lo mismo que la cuestión lésbica -como el infaltable cliché- en un internado, clínica de rehabilitación o lo que fuese dicha institución, a cargo de la Dra. Bernarda (mi ex maestra Veronica Langer) .


Así es como la atractiva, y dos veces suicida, Claudia (Martha Higareda) aparece como la "víctima" ad hoc de una alma en pena que clama venganza. A diferencia de la obra maestra de Taboada, aquí nomás uno no logra empatizar con la mentada Andrea (digo sí está guapa, pero... !chale!). La sociópata y luego chismosa (Danny Perea), personaje que parecia iba a desarrollarse de una forma más "interesante", nunca despega, y acaba como una carícatura (lástima porque se me hace buena actríz). Bueno, dejemos en paz a las protagonistas. Pero, me cae que no es que me importen si algunas secuencias estuvieran inverosímiles; yo sólo quería que se explorara la cuestión del miedo y no se imitara -una vez más, como en Km 31 y anexas- la estética asiática del horror.


Tampoco es para que empecemos a acuñar un término o fórmula, tipo "a la mexicana", para "estipular" las vertientes que debe seguir el género de horror en nuestro país. Tenemos que aceptar que el imaginario colectivo (sea lo que esto signifique) tiene muy frescas las secuencias, tramas, actuaciones, utilería y otras "joyitas" de las películas de El Santo e, incluso, las del estilo Vacaciones de terror (mal pedo, ¿no?). Porque la neta si un cineasta quiere intelectualizar dicha corriente, tendría que aprender de los maestros, Roger Croman, Terence Fisher, Mario Bava o Darío Argento, por mencionar a algunos de los clásicos. O bien, si de hacer homenajes se trata, ahí están Tim Burton o Coppola -como señalé antes-. Pero si se quiere ser "original" (quien lo sepa que diga cómo), al tiempo que se toman prestadas múltiples referencias sin razón (porque eso de justificación es una mamada), el resultado sólo deambulará entre lo "incomprendido" y lo pretencioso; mientras espera que, tal vez, futuras generaciones lo conviertan en un filme de culto (muy a nuestro pesar).

Nota: el fuerte soplido del viento, elemento sustancial de la primera versión, no aparece mas que de manera circustancial.

martes, 9 de octubre de 2007

Algo nuevo





El tercer largometraje de Carlos Reygadas, el llamado enfant terrible del cine mexicano, presenta un contexto inusitado dentro de la cinematografía nacional -y tal vez hasta internacional-, en el género de la ficción. Desde el título mismo, que es originalmente Stellet licht (2007), traducido al español como Luz silenciosa, uno se extraña y predispone a que el filme trata de algo diferente de lo "normal".


Es así, que en está ocasión estamos lejos de ver el campo hidalguense de Japón (2002) o la caótica urbe de la ciudad de México, como en Batalla en el Cielo (2005) y, en su lugar, tenemos como escenario una comunidad menonita de Chihuahua. Aquí es donde un padre de familia lídia con un conflicto amoroso -y todo lo que ello implica-, pues la mujer en cuestión no es su esposa. Johan, el protagonista, se debate en una lucha que contradice sus creencias tanto morales como religiosas; mientras vemos cómo se desarrolla su vida diaria al interior de su propia casa, y con demás familiares y amigos.


Además, ahora no hay "cochinadas" por parte del cineasta -sexo con una anciana o entre dos personas obesas, felaciones gratuitas o chaquetas mentales-, sino que realmente existe una historia de amor (por mamón que suene). No es que crea que lo que hizo antes estuviera mal, salvo que, a veces, sí se excede en confrontar a la audiencia y, al parecer, olvida que no puedes saturar una cinta, como lo hizo en Batalla..., con reiteradas connotaciones a las diferencias de clase; o en Japón, con sus largos shots en travelling, como si fuera el sucesor "natural" del desaparecido maestro Andrei Tarkowski. En lo personal no vivo asqueado por la -patética- escena de coito con la señora del primer filme ni con los gordos haciendo lo suyo, en el segundo; aunque tal vez sí estoy desconcertado por otras cosas. Por lo que, de haber incluido alguna secuencia pretenciosa -sin justificación (sea lo que esto signifique)- en Luz silenciosa, habría caído de mi gracia.
"Esto que te está sucediendo es obra del maligno", dice el padre de Johan -quien además es un predicador-, a lo que su hijo responde: "creo que más bien es obra de Dios"; eso si no me falló mi paráfrasis. Ante la duda de haber encontrado en Marianne a su "mujer natural" como la llama Zacarías, un amigo del protagonista; el último continúa con su vida al lado de Esther, su esposa, y sin embargo no puede desprenderse de su "verdadero" amor.


En fin, en un tono antropológico, lejos de los documentales (díganse del Discovery o History Channel, y anexos), la deslumbrante propuesta visual de Reygadas mueve y conmueve (¡qué pedo!); mientras que su economía y austeridad de recursos histriónicos -los actores son gente del lugar- y narrativos, no resultan, en ningún momento, un impedimento para empatizar con el héroe y su disyuntiva. Asimismo, el hecho de que uno tenga formada una imagen de la vida de los menonitas, y piense que viven tan aislados del mundo y sólo producen quesos, se ve rebasado por las acciones -reitero- cotidianas, que vemos en pantalla.
Una vez más, el director ha roto con nuestros esquemas y, de paso, a algunos nos ha distanciado de los mitos; por lo que estamos, sin duda, ante algo nuevo en las salas de cine ¿mexicano, menonita o mundial?

viernes, 17 de agosto de 2007

¿Renovar el género?



Desde hace tiempo esperaba que se estrenara en México la cinta Vacancy (2007), la cual -al igual que otros ingeniosos bautizos de los distribuidores- recibió el nombre de Hotel sin Salida. Nuevamente, estamos ante una historia convencional cuyo punto de partida es una "wrong- turn" de unos viajeros gringos, que no tienen más remedio que pasar la noche en un motel (bastante pinche), ya que su coche está averiado.

Los protagonistas son el matrimonio Fox, conformado por David (Luke Wilson, irreconocible histriónicamnete hablando) y Amy (Kate Beckinsale, bella inglesa agringada), el cual atraviesa por una crisis de separación -no muy clara al principio- que los mantiene al borde de la neurosis. No obstante, habrán de cooperar -y olvidar sus confictos- para escabullirse de los "snuff-fimmakers" del hotel que los acosarán sin descanso. Casi todo en la historia es un gran lugar común, aunque hay que decir que, cuando parece venirse abajo -caso de Camino hacia el Terror (2003) y similares-, la trama es consistente; y, gracias al manejo formal y verosímil (cinemático a fin de cuentas), sale avante.

Al parecer han quedado atrás los Michael Mayers y los Jasons. Aquí, me gustaría mencionar de paso a El Cazador (Woolf Creek, 2005), film australiano inscrito en la tradición de las "Road Movies" que se acerca a una versión moderna de The Hills Have Eyes (1977), de Craven, cuyo re-make no estuvo tan peor, pero fue sólo éso. No obstante, que, la primera, ha sido calificada de misógina por Roger Ebert, es sumamente rescatable la idea de un psicópata que, trás dejar su profesión de cazador-veterano de guerra, emplea su tiempo en mutilar a sus víctimas -"perdidas en el desierto". Por lo tanto hablamos de un personaje que, sin poderes sobrenaturales, parece imparable.

No sucede así en Vacancy, pues ésta, en verdad, se asemaja más a una pesadilla -"realista"- donde nos están persiguiendo cuchillo en mano, y uno nada más los esquiva e intenta ocultarse de los agresores. No hay ese sigilo de los clásicos "slashers" de Halloween o la brutalidad -en seco- de Leatherface en La Masacre de Texas (1974). Por el contario, el juego del gato y el ratón pretende estar más elaborado, sin dejar de lado la omnipresencia del(os) asesino(s). Aunque por lo poco que he visto en la red, no le han dado mucho crédito al trabajo del director Nimród Antal, ni a los actores, ni al guionista; y, claro, tampoco al film.

¿Será que necesitamos tiempo para empezar a digerir el cine de terror con tintes gore del nuevo milenio? A diferencia del horror que -si no mal recuerdo, apuntaba Norma Lazo en su libro El horror sobrenatural en el cine y la literatura-, proviene de agentes externos (p.e. entes sobrenaturales, hechizos, etc.); en el terror lidiamos con realidades, es decir, puede suceder porque lo infringen los mismos seres humanos -o vivos. Asimismo, Clive Barker ha hecho mención del hecho de que los terrores de la infancia son los mismos en la edad adulta, sólo que ya no tememos al Cóco, sino al asaltante de un oscuro callejón .

En fin, Vacancy no es una gran película que haya venido a sentar las pautas del género, sin embargo, creo que sí refresca un poco la forma en la que puede ser concebida una cinta de su "tipo", lo mismo que El Cazador ("misógina" es un adjetivo muy fuerte). Qué distinto es ver propuestas como éstas -aun con sus altibajos- a los refritos de los éxitos setenteros y ochenteros. Con todo y que, de estos últimos, algunos críticos (¿sexistas o sinceros?) han señalado que las nuevas protagonistas están más buenas (I agree).

martes, 31 de julio de 2007

El fantasma de la noche, en perspectiva


Más allá de un homenaje a la original de 1922, obra de F.W. Murnau, Nosferatu: Phantom der Nacht (1979), de Werner Herzog, pretendía tender el puente cultural entre lo que había sido el Expresionismo alemán y los nuevos realizadores -de su tiempo- como él mismo, Fassbinder y Wenders. Es así que en su versión de Drácula -porque aquí sí se llama así, no Orlock- cuenta con la interpretación de Klaus Kinski (mi suegro), monstruo no sólo de la actuación -ustedes comprenden- en el papel del conde transilvano. Bruno Ganz (futuro ángel y Hitler) personifica a Johnatan Harker, mientras que su amada Lucy (ni Mina ni Helen) es encarnada por la pálida belleza de la francesa Isabelle Adjani.
Al parecer, el cineasta establece en tres actos los trayectos de los protagonistas, ya que en primera instancia vemos el viaje del héroe a los Cárpatos, donde atraviesa una serie de dificultades para llegar a su destino, con la idea de que gracias a su venta podrá comprarle una mejor casa a su esposa. Luego, el antagonista, más suerte de antihéroe, no cesa de hacer hincapie en su soledad y en cómo su inmortalidad es una maldición. Finalmente, la heroína, consciente de que el destino de la raza humana -del puerto de Weimar- se encuentra en sus manos (en su ser mujer), decide acabar con la peste. Es así Nosferatu... una película híbrido entre sus fuentes: literaria y cinematográfica, en la cual los personajes tienen un desarrollo más verosímil que en otras versiones (la de Coppola se cuece aparte).
No obstante, los aportes de Herzog merecen tomarse en cuenta pese a su oscuridad -en el amplio sentido del término. ¿Por qué Van Helsing no deja de apuntar que viven en una época de la razón? A diferencia del tradicional que viene siendo un científico-teólogo incansable y no un esceptico. Por otra parte, el Renfield está genial -como buen lunático- cuando le pregunta a su amo ¿qué debe hacer? Y recibe una respuesta tan absurda como alentadora; uno no sabe si es una parodia o algo más banal. Con todo, mi apreciación de la cinta -a 12 años de haberla visto por vez primera- resultó mucho más "cohesionada" o ¿quién sabe? La onda es que, en aquel entonces, ni siquiera sabía quién la dirigia, o tenía referencias de la de Murnau, salvo la imagen clásica del vampiro con incisivos de rata. Además la vi en inglés, siendo que está es -la mera mera- hablada en alemán, es decir había checado Nosferatu: the Vampire.
En fin, ahora pude apreciar más toda esa danza macabra y apocalíptica cuando creen que las ratas son las portadoras de la peste negra. Ya no estuve preocupado por si respetaban la historia de la novela de Stoker, sino en la realización del artista.

"Death is not the worst. There are things more horrible than death".

jueves, 26 de julio de 2007

The Pretenders - Middle of the road



La voz de Chrissie Hynde es, en mi opinión, una de las mejores junto con la de Stevie Nicks de Fleetwood Mac; curiosamente, otra banda anglo-americana. Y este video es de mis favoritos.

martes, 24 de julio de 2007

Simply outstanding II



Olivier era críticado - o alabado- por su sobreactuación, ya que su estilo -decían- se prestaba muy bien para el teatro mas no para el cine. No obstante, su presencia ahí queda. Lo recuerdo en Espartaco (Kubrick, 1960), donde tan sólo le bastaba decir "my young friend" y pararse como patricio romano, para imponer su fuerza histriónica en el relato. Además, ¿acaso Orson Welles, no se actuaba así mismo? O, no vallamos tan lejos: Arturo de Cordova nunca pudo negar sus raíces como locutor -razón por la que se le cuestionó a Buñuel su elección para Él (1953). En su versión de Hamlet, Olivier ocupa el papel principal de quien alguien dijo -no encuentro ni recuerdo quién- era el actor/personaje por excelencia, y lo hace con maestría. El príncipe danés que exclama la clásica frase "To be or not tobe, that is the question", dilema que todo ser humano -que se precie de serlo- ha enfrentado, o bien, lo hará en algún punto. Como un plus, el realizador hace buen manejo del lenguaje cinematogáfico para contarnos la historia y hablarnos de la psicología de sus personajes, tal y como encara "the fair Ophelia" (the beautiful Jean Simmons) su deseo reprimido por el noble -quién por cierto- como dicen por allí "era bien cabrón" (jajaja). Debo confesar que no pude prescindir de los subtítulos en español y, aquí, quien halla leído Shakespeare sabe que las palabras no son siempre lo que significan literalmente, por lo que aun si el dvd trajera close captions, estaría complejo -cabrón- captar su sentido a primera vista. En fin, queda la duda de si al adaptar Shakespera al cine, uno puede hacer a un lado sus elocuentes diálogos en verso. De haber realizado Tarkovski su versión fílmica, ¿habría prescindido de ellos? Me parece que, obviamente, hay mucho de teatral en la cinta de Olivier; pero también, sin necesidad de mucha faramalla, los escenarios del castillo, así como la batalla naval (de maqueta, "of course") están bastante respetables en tanto cinemáticos y no como de las tablas actorales -y qué decir de la secuencia en el cementerio que me permitió saber de dónde sacó Barker -en Candyman- eso de "sweets for the sweet". Otra adición intertextual se hace presente para los fans de las pelis de la Hammer que sabíamos de la aparición de Peter Cushing, aunque (yo) no teníamos idea -de qué manera ibamos a ver al futuro Dr. Frankestein y Prof. VanHelsing-, pues mis respetos. Esta es "The play within the play", en la cual Hamlet sería "the actor in the play, as himself -or as an actor-, within the other play", al menos en el filme.

lunes, 23 de julio de 2007

Sir Lawrence Olivier: "outstanding" I

Muchos teóricos, críticos, cineastas y anexos, han apuntado la diferencia que guarda el cine con respecto a los lenguajes literario y dramático. Sin embargo, siempre ha sido un problema (no siempre en el sentido peyorativo) el delimitar cuando se distancia -o hasta qué punto lo hace- un medio del otro, más allá de lo evidente. Sabemos que la película se desarrolla en tiempo presente, aun si hay flashbacks, lo vemos -en pantalla- en vivo; asimismo, la voice over, puede mostrarnos -en ocasiones- los pensamientos de los personajes; y las historias muchas veces se apoyan en textos literarios. Del teatro, en tanto representación o mímesis (imitación) el cine ha tomado el modelo aristotélico, como eje para narrar los acontecimientos de una historia; igualmente, requiere de actores para dramatizarlos. Ahora bien, si una cosa es la cinta basada en tal o cual obra - y otra muy distinta- el texto en sí. Tenemos entonces que: "una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa". En otras palabras, no necesitariamos -e incluso podríamos prescindir- del conocimiento previo de una novela, pieza o libreto teatral, etc., para apreciar un filme adaptado de la misma. Salvo que, para bien y para mal, esto no siempre sucede. De inicio, he de subrayar que no he leído Hamlet, excepto por una versión en cómic cuando era todavía un niño. No obstante, conozco de oídas y leídas ciertos parlamentos o situaciones, ya sea por referencias populares o de literatura especializada. Además ya le he echado un ojo -o hasta más- a libretos de Shakespeare como Julius Ceasar, The Merchant of Venice, King Lear y Romeo and Juliet. Todo el rollote de arriba es mi introducción para comentar sobre la versión cinematográfica de Hamlet (1948) de Sir Lawrence Olivier.

sábado, 14 de julio de 2007

Mexican Psycho


Santa Sangre (1989) de Alejandro Jodorowsky se inscribe, definitivamente, dentro del cine de lo surreal sin concesiones. Por cierto, ¡qué cagado es ver una película mexicana hablada en inglés!, notable la mano del productor Claudio Argento (Dario's brother), pues como en toda buena -y mala- cinta italiana (coproducida) no se grabó el sonido directo, -aunado a que el de la copia que proyectaron era muy chafa- dandóle ese aire de "distancia" al espectador respecto de la historia contada en pantalla. Seguramente sacudió muchas buenas conciencias en su momento, pues a caballo entre el melodrama mexicano y el giallo italiano, la cinta alcanza distintos niveles que, sin duda, lo dejan a uno bien pe(rplejo). Ya no es la psicodelia de El Topo (1968), aunque nuevamente se cuele por ahí el rollo religioso -y de qué manera. A partir del culto a una martir: la pequeña Lirio mutilada y violada, cuyo testimonio yace en una de esas estampas tipo "milagritos", y cuya cabeza del mismo es la sacerdo-trapecista Concha (Blanca Guerra, como siempre, guapísima). No obstante, su hijo Fénix (Axel jodorowsky) es el protagonista de la historia que, en parte, fue inspirada por el caso de Goyo Cárdenas, el asesino serial de los 40. Así es como el realizador nos sumerge en un México de los circos, de la lucha libre, de la vida nocturna, -para acabar pronto- de lo surreal. De inicio, la toma aérea que abre sobre el centro histórico,es impresionante, ya que ni desde la Latino se aprecia el folclor de nuestra ciudad como lo retrató el cinematógrafo Daniele Nannuzzi. Luego, la fijación que debía -no sé si todavía- tener el director por los rucos obesos y castrados (es eso freudiano o jungiano) -who cares?- previo funeral de un elefante, cuyo cortejo funebre llevará sus restos a una barranca donde los hambrientos pepenadores se dan tremendo festín (¿o sería el antiguo tiradero de Santa Fe?)... Niños Down pervertidos por un padrote de quinta conviven con el antihéroe en cuestión, en un mosaico de personajes que bien podría rayar en lo caricaturesco - que a veces sucede-, no obstante; uno se queda de "neto, si así es". Nunca antes había visto un relato gótico, situado en la capital, que no se clavará en copiar las fórmulas europeas, aquí, creo que simplemente el también artífice de La Montaña sagrada (1973) optó por la universalidad; sin perder de vista la cuestión cultural (o sea ¿cómo?)- who knows? (jaja, very funny of me, isn't?)

miércoles, 11 de julio de 2007

ZZ Top: "Legs"

Cronenberg revisited II


"Death to Videodrome! Long live The New flesh!" dice el protagonista Max Renn (James Woods, magnífico) en la cinta de 1983, cuyo planteamiento, a diferencia de Scanners, va más allá de las habilidades extraordinarias de los seres humanos. Aquí, la tecnología es una extensión del cuerpo humano, o mejor dicho: pretente serlo. El video estaba en su apogeo, aquí en México tardaría un poco (umm) más; pero en Cánada y los Estados Unidos era toda una industria en la cúspide, ya le andaba comiendo el mandado al cine -que no a la TV-, sin duda. A través de un canal "pirata", cuya señal proviene de Pittsburgh, el maniaco-sadomasoquista (sobra decir lujurioso) Renn, un productor televisivo de Toronto, tiene el "placer"de disfrutar de un programa snuff (sí, antes que Tesis y 8mm). No obstante, se dice que, al quedar expuestos a la señal de Videodrome, los televidentes experimentarán alucinaciones y, una vez iniciado el proceso, no hay vuelta de hoja. Involucrado con la locutora Nicki Brand (la ex reina del punk/conejita de Playboy, Debbie Harry) descubrirá la "verdad" detrás del fenómeno que también comprende a la familia O'Blivion y su creencia de que: "the television screen is the retina of the mind's eye".

lunes, 9 de julio de 2007

Cronenberg revisited I





El canadiense David Cronenberg es uno de los pocos realizadores que pueden decir que su cine es de auteur, aun si se ha visto en tratos con Hollywood. Y la verdad es que últimamente anda muy, no sé, ¿inflado? o mejor dicho sus cintas como Una Historia Violenta, que por más que le rasquen, sí, está pasable, pero nomás. Tal parece ser que con ver a Vigo Mortenssen en acción, a la fría y bella María Bello, y a un resucitado William Hurt es motivo suficiente para descoserse en adulaciones para una historia sencilla. En fin, de entre el baúl de curiosidades "orgánicas" descubrí Scanners (1980), algo así como la precuela de Videodrome (1983). Y para ser sincero me gustó un chingo, no importa que en su momento Roger Ebert haya dicho que sus personajes carecen de profundidad -porque es cierto- y que la trama era lo más relevante -pues también-, ya que tiene razón; mas no por eso deja de ser una joyita "cronenberiana" con los temas que tan magistralmente explora el maestro del horror. Al igual que en Videodrome, hay una corporación que realiza estudios sobre fenómenos, en este caso telepáticos, y que está interesada en reclutar a los scanners: personas con habilidades que les permitan ingresar en otros sistemas nerviosos o neurológicos (mentes). El principal interesado es un doctor de nombre Ruth que acaba de agregar a sus filas a Cameron Vale, un vagabundo, el cual le ayudará a acabar con la red de renegados comandados por el maléfico Darryl Revok (ay!, qué mamón). Con la ayuda de la atractiva Kim Obrist, también una scanner, ambos buscarán escapar de la red terrorista de Revok y buscar respuestas a lo que les está pasando a sus semejantes.

miércoles, 27 de junio de 2007

Tragedia china


La maldición de la flor dorada -al igual que las otras dos cintas más recientes de Zhang Yimou- se vale de la espectacularidad de sus escenarios así como de coreografías de artes marciales que distan de ser las de El Tigre y el Dragón en tanto que lucen más "poéticas", por así decirlo, para contar una historia más melodramática de lo que en apariencia es. Ya en Héroe y en La Casa de los cuchillos, el realizador chino abordó temáticas como la de un imperio desmembrado, en la primera; o una conspiración rebelde de gran escala, en la segunda. Basada en una obra teatral de gran prestigio dentro de las letras chinas del desaparecido dramaturgo Yu Cao, La maldición... cuenta con magníficos momentos tanto visual como dramáticamente hablando. Las actuaciones de Chow Yung Fat y Gong Li son un verdadero deleite, lo mismo las escenas -que se les dan muy bien en oriente- como cuando los pregoneros recorren el palacio y dan la hora de la rata, el conejo o la serpiente según sea el caso. Ésta en particular se ve muy a la Lynch, es decir surrealista-sui generis; aunque me late que es un rollo como más para el teatro que al ser trasladado a cine -por un artesano como Yimou- , adquiere tintes y dimensiones impresionantes. Algunas secuencias de guerra me hicieron pensar en Ran de Kurosawa - la cual estoy condenado a ver en video-, sin embargo, al igual que el maestro se inspiraba en los westerns, Yimou parece haber sido influenciado por épicas como la trilogía de El Señor de los Anillos. Seguramente no necesitó de la asistencia de Weta Workshop, pero de que los combates recuerdan a la batalla del abismo de Helm, eso que ni que.

domingo, 24 de junio de 2007

Los años

El viejo dicho de "los años no pasan en balde" encierra mucho de verdad. De hecho es de las pocas cosas de las que podemos estar segur@s. Por mi parte he estado redescubriendo la estética ochentera, que cada vez se me presenta como más lejana y es que estoy creciendo (jaja), mas no envejeciendo. Luego entonces, he aquí a los miembros de U2 mucho antes de que se "fetichizasen" al grado de que Jaime Camil apareciera en una película donde los iban a traer a México (otra vez).

U2 - Gloria

¿Horóscopos o Hechos?


Sin lugar a dudas, David Fincher (Se7en) es ya un nombre consagrado no sólo dentro de la industria fílmica hollywoodense, sino de la cinematografía mundial. Para muestra, ahí está Zodiac (2007) su más reciente cinta, la cual nos transporta hasta los nostálgicos sesenta y setenta en un thriller muy al estilo de los clásicos (buenos) de la meca del cine. En una historia basada en hechos reales y más precisamente en el libro de Robert Graysmith (interpretado por Gyllenhal) del mismo título. No importa si se descubre la identidad del asesino -oficialmente no se pudo comprobar-, sino el tour de force en el que los personajes como el Inspector David Toschi (Ruffalo, a la Steve MacQueen), el periodista -alcohólico- Paul Avery (Robert Downey Jr., excelente) y el caricaturista político -obseso con la criptolografía- Graysmith, se ven sumergidos. La propuesta visual de Fincher no podía ser mejor, ya que el video digital a grano "cuasireventado" -o algo así- brinda una atmósfera de film noir posmo que úbica al espectador en el foco de los acontecimientos. Desde los crímenes, pasando por los quebraderos de cabeza de los investigadores, hasta los hechos que los rebasan; Zodiac tiene un aire que recuerda a JFK (1991) de Stone -sin teoría de la conspiración- y que sin embargo, lo pone a uno a (re) pensar en esta figura del asesino serial como el "monstruo de nuestra época" -y nuestra realidad- lamentablemente. Las claves están ocultas -incluso- en los mismos astros, en la cultura pop, en la vida cotidiana y en la condición humana. Definitivamente, habrá quien salga de la sala un tanto decepcionado -nos han mal acostumbrado a que TODO tiene una explicación- o al menos Hollywood y por lo tanto nos coartan la facultad de pensar, reflexionar y deconstruir los productos culturales que consumimos, cual si fueran Coca-colas o paletas TutsiPop.

sábado, 16 de junio de 2007

Sin más que decir

A propósito del relanzamiento del material grabado por los Travelling Wilburys-no recuerdo si está semana o la que viene-, pero además por el placer de hacerlo. Aquí un video de la excelente rola: "Handle with care". Y ¿cómo chingados no? Si tan sólo pensamos en George Harrison, Roy Orbison, Bob Dylan, Tom Petty y Jeff Lynne; unidos en magnífico proyecto ¿qué puedo yo decir? Excepto que "Ay! papá" o sutilmente, rendir homenaje a la teen: "beautiful, isn't?

Traveling Wilburys - Handle With Care

Mayan-style Rambo

A falta de tiempo ¿O de alguien que me acompañe? (no entremos en detalles). La cosa es que no he podido ir al cine, pero gracias aDios está DVDromo y -¿por qué no?- Blockbuster; así que hoy opté por el segundo. Por fin, después de meses y polémica, aunada a mi experiencia con La pasión de Cristo, cuya primera y única impresión fue: "este cabrón tiene mierda en el cerebro, nada más que no salpique". Sí, decidí rentar Apocalypto y salvo lo sumamente tangencial respecto a la cultura Maya, no encontré mótivo para rasgarme las vestiduras. Por supuesto que se tomó sus "licencias poéticas"(as everybody does in cinema), pero de ahí en fuera, lo único que vi fue una película dominguera con dos tres buenas secuencias de acción (o violencia) y una trama predecible, sobrecargada de simbolismos, a su vez sobrecargados. En ésta, el cazador Garra de Jaguar -cual Rambo de la península de Yucatán- escapa de morir en la pirámide de los sacrificios y se adentra en el bosque ó selva, para convertise no sólo en presa, sino en cazador de sus perseguidores. De paso, tendrá la misión de rescatar a su familia, que está refugiada en un agujero subterraneo. Lamentablemente, no conozco lo suficiente de los mayas como para hacer juicios estilísticos, aunque claro, como es característico de "San Mad Max"-así le puso Jorge Ayala Blanco-, vemos una sociedad salvaje y decadente, que bien podría ser la romana u alguna otra. Eso de sacar el corazón -según yo era de los aztecas; mientras que los mayas, lo que hacian era arrojar doncellas a los cenotes. A fin de cuentas, Apocalypto entretiene y pues "tiene buena fotografía"(jaja).

sábado, 9 de junio de 2007

The Doors-The Ghost Song

Big Country - In a Big Country

Recuerdos

Un par de rolas, y aquí por supuesto, sus respectivos videos que me traen buenos recuerdos. Primero, está Big Country, del que una vez dijo un locutor de la desaparecida Orbita 105.7 fue un grupo británico, que en sus inicios, le gustaba más que sus contemporáneos de U2; aunque yo sólo conozco, obviamente: In a Big Country.

Luego, un clásico postumo a la memoria del "Rey lagarto" o sea, ya saben. La canción fue incluida en el soundtrack de la película de Oliver Stone y proviene del poema homónimo del disco An American Prayer del buen Jimbo: The Ghost Song.

Off the record: cualquier parecido entre el vocalista de Big Country y el de A-Ha, creo que obedece al tipo nórdico y al look ochentero.

sábado, 2 de junio de 2007

Phil Collins & Philip Bailey-Easy Lover

Presentando a:

Si nos atenemos a la regla gramatical del inglés, un hombre no puede tener una "lover", sino sólo una "mistress", bueno cada quien.
La onda es que Easy lover a fin de cuentas es algo así como "una amante fácil", o al menos en la canción de los Phils: Collins, vocalista de Genesis y Bailey, vocalista de Earth Wind and Fire, respectivamente. Pero como dijo una locutora ochentera, no recuerdo si Charo Fernández o Marta Debayle: "mujer fácil, no tiene que ser necesariamente mala". Basta escuchar con un poco de atención la letra de la rola, cuyo video es una visita de Bailey, el gabacho, a Collins en Londres, resta decir que that's for me is ok!

jueves, 31 de mayo de 2007

Tom Petty And The Heartbreakers - Runnin' Down A Dream

SWEET- LOVE IS LIKE OXYGEN

Ya es oficial

Pues sí Sara, voy a competirle a la cadena MoyTV con mi canal HJ1. No hay presupuesto para contratar VJ's, pero por el momento como productor voy a buscar algo en youtube.com.

martes, 29 de mayo de 2007

lunes, 28 de mayo de 2007

Queen- Body Language

Bryan Ferry - Don't Stop The Dance

¿Cuál gana?

En El Ente, una atractiva madre soltera es atacada por una fuerza invisible que cual íncubo abusa sexualmente de ella una y otra vez, incluso en presencia de sus hijas pequeñas y el hijo mayor quien es agredido por el Ente. Un psiquiatra (esceptico) se involucra en el caso, acercándose a su paciente quizás más de lo debido (quiere con ella).
En Apariciones, el ataque sexual también ocurre (no voy a contar el final), pero al parecer la producción (porque hoy ya no se sabe que tanto pesa la mano del director) pretendía mostrar más todo el ambiente rural y la superchería de los puritanos gringos del siglo XIX (no obstante en imdb.com aparece como película inglesa), y la verdad lo retrata bien.
Debo concluir que si de tema se trata El Ente es superior en muchos aspectos, salvo por cierta parafernalia que despues de veintitantos años, ya no nos la tragamos (¿O sí?).

sábado, 26 de mayo de 2007

Apariciones vs El Ente

Pese a que no había escrito nada acerca de Apariciones por considerar que la cinta no tiene nada del otro mundo, o mejor dicho la trama resulta un tanto "lugarcomunesca" ayer en la madrugada cambié de opinión. No nada más porque sobresalen aspectos como el que se trata de otra película basada en la leyenda de la Bruja de Blair que inspirase un experimento filmico hace unos 8 años. De igual manera destacan las actuaciones de Sissi Spacek (la inolvidable Carrie), Donald Sutherland (casi siempre una garantía) y la bellísima Rachel Hurd-Wood (Laura en El Perfume historia de un asesino).

Tras recibir una maldición por parte de una granjera enojada, quien se supone practica la magia negra, Betsy hija del matrimonio Bell comienza a ser atacada por fuerzas siniestras y su situación, cual cancér irá consumiendo a la familia entera en su granja de Tennesse. ¿Qué es lo que está agrediendo a la adolescente? Ella comienza a tener contacto con una niña que solamente es visible ante sus ojos, y como siempre nadie le cree. Por otra parte, está Richard Powell (James D'Arcy), el esceptico profesor, personaje que nunca falta en una historia gótica y que terminará más que involucrado con la causa de los Bell.

Tal parece ser que después de El Exorcista, un clásico; más recientemente El Exorcismo de Emily Rose, una revisión del fenómeno; o de la aquí únicamente lanzada en video Dominion: The Prequel to the Exorcist, una joya en cuanto a lo que a conflictos de culpa y fe refiere, díficilmente habrá algo que a uno sorprenda. Aunque bien poríamos retroceder y rescatar de los baules del dvd (ó de Canal 5 si lo prefieren) una propuesta bastante interesante: El Ente, estelarizada por Barbara Hershey (María Magdalena en La Última Tentación de Cristo). Eso lo comentarémos en el siguiente "round".

lunes, 21 de mayo de 2007

Una Leyenda II

Terror en la opera es definitivamente para fans del género y más aun para fans de Argento. De entrada hay que acostumbrarse al doblaje (como buen italiano filma sin sónido directo) que la verdad, sí te hace tomar distancia de lo que ves en pantalla, pero a veces no puedes dejar de notar lo artificioso que se siente.

Mucha violencia y por lo tanto sangre, hay un asesino omnipresente del que nadie va a escapar si él así lo desea. Ya sabemos que habrá un héroe o heroina que logré terminar tanto con el misterio como con las masacres. Así es como "funciona" la narrativa de Argento. Sin embargo debajo hay subtramas o mejor dicho "conceptos" que mueven los hilos de la historia. Por ejemplo, en su maravilloso cuento gótico de hadas (Brujas) Suspiria, mejor conocida en estos lares como Alarido, él y la guionista Daria Nicolodi (ex-esposa y actriz fétiche) tuvierón que recurrir a fuentes como "Levana and our Ladies of Sorrow" del ensayista y novelista inglés Thomas De Quincey para desarrollar un planteamiento que aún no concluye con la "Trilogía de las Madres" poco después fue lanzada Infierno (la madre de las tinieblas) y actualmente Mother of Tears está en post-producción.

domingo, 20 de mayo de 2007

Una leyenda I

Por fin conseguí ver Terror en la opera de Dario Argento y aunque tiene sus momentos chingones, creo que ya estoy más que consciente de que las tramas argumentales no son el fuerte de éste gran creador de ilusiones.

Apenas hace unas dos o tres semanas había visto en Movie City su última cinta El Amo del juego, y pues a pesar de entretener, la verdad es que no es más que un thriller que la libra. Luego entonces, deduzco que casi desde El pájaro de las plumas de cristal y Rojo profundo, donde, igual la primera la libra y la segunda la verdad me parece excelente, el italiano tiene un esquema muy rígido de como funciona una película o mejor dicho el suspense.

No en balde cada vez que lo han entrevistado siempre derrocha una serie de explicaciones acerca de lo que quería lograr con sus historias, así como las modificaciones que necesitó hacer para poder distribuirlas. Argento es un director intelectual, tal vez demasiado y quizás es ése su punto débil. Ya no recuerdo bien a bien y me da hueva ir a buscar mi "booklet" de Había una vez en el Oeste, pero recuerdo haber leido (y visto en un documental) el rollo de la historia en aquel entonces en manos de Bernardo Bertolucci y Argento que finalmente Sergio Leone modificaría con su guionista en gran parte por estar cargada de referencias históricas al Western o algo por el estilo.

sábado, 19 de mayo de 2007

¡Qué desmadre!

Por fin recuperé mi cuenta. Pero de verdad qué relajo.

martes, 15 de mayo de 2007

Comienzo

Tenía demasiadas broncas para publicar allá en el space de windowslive, ojalá y aquí no me suceda algo similar. Ahorita no tengo tiempo de hacer ajustes, de hecho debiera estarle chingando a mi paper de Great Expectations, pero ya me harte. Esto es sólo un experimento de cómo se verán las entradas.